Maquetar un libro ilustrado y que luzca un resultado profesional no es imposible, pero sí es un proceso minucioso.
Un libro ilustrado es sencillamente una obra literaria acompañada de ilustraciones -imágenes o escenas- que complementan la narración. Si bien estas no son imprescindibles, si cumplen un rol importante, pues al relacionarse con la historia, refuerzan el argumento.
Más que libros de lectura, son obras visuales, por lo tanto, el lector además de hacer su interpretación narrativa, interpreta las ilustraciones, haciendo mayor y más efectiva la comprensión lectora, teniendo en cuenta que la imagen puede comunicar más que las palabras.
El proceso de maquetar un libro ilustrado
Hay ciertas particularidades que debes tener en cuenta cuando vas a maquetar un libro ilustrado. En cuanto al punto de partida, no hay secretos, aplica el mismo de cualquier tipo de obra: prepara y planifica el contenido.
Teniendo en cuenta que las ilustraciones son un punto importante, estas deberán tener cierto impacto y ser creadas en alta resolución, la calidad de la imagen es un punto importantísimo en este tipo de estas obras. Lo que quiere decir, que el ilustrador o la ilustradora se convertirán en coautores del libro ilustrado.
¡No te pierdas nuestra guía definitiva sobre diseño gráfico!
Descubre los mejores cursos en línea, maestrías y programas universitarios para una carrera exitosa en diseño con nuestra "Guía definitiva para estudiar diseño gráfico: Las mejores opciones para una carrera de éxito". Da forma a tu futuro en la industria creativa hoy.Ver Post Leer Después
Formato y encuadernación
Como cualquier obra literaria, no hay un formato único ni mucho menos un tipo de encuadernación específica para maquetar un libro ilustrado. Aunque igual, si existen algunos ejemplos habituales:
- Encuadernación rústica de tapa dura-cartoné: 29,7 cm x 21 cm (A4 en horizontal) o 21 cm x 29,7 cm (A4 en vertical)
- Encuadernación rústica de tapa dura-cartoné: de 19 cm x 23 cm.
- Encuadernación rústica de tapa dura-cartoné: de 21 cm x 21 cm.
Estructura estándar
Para estructurar una obra literaria no hay un solo camino, aunque si hablamos de un libro ilustrado, seguimos la estructura más tradicional:
- Guardas con su fondo ilustrado, por lo general complementarias a la portada y contraportada.
- Dedicatoria.
- Introducción y Prólogo (Queda a tu elección como autor).
- Páginas interiores con texto e ilustraciones.
- Contraportada con sinopsis.
Las primeras pruebas de diseño
Por lo general, las pruebas de diseño permiten limpiar o unificar la obra a nivel de formato: eliminar tabulaciones, eliminar dobles espacios, unificar espaciados y títulos. En este proceso también debes asegurarte que las ilustraciones vayan ubicadas en el lugar correcto, recuerda que se intercalan con el texto.
Lo siguiente es trabajar en la numeración y paginación del libro, así notarás cuál será la extensión.
Para maquetar un libro ilustrado lo más profesional posible, el programa recomendado es Adobe Indesing
El tamaño regular para maquetar un libro ilustrado es de 14cm x 19cm (140 mm de ancho por 190 mm de alto). Cuando trabajas en Indesing también debes definir las tripas del libro, o sea, el interior del libro y los márgenes (interior, exterior superior e inferior).
Tipografía
Elige muy bien las tipografías a utilizar, establece cual usarás en cada jerarquía. No uses demasiadas. Lo más recomendable es usar la familia tipográfica romana o con serifas, por ser legible es perfecta para este tipo de trabajos.
Define el tamaño general que usarás para el texto, y el estilo que darás a los diferentes títulos (o subtítulos de ser el caso), los capítulos, el índice, entre otras secciones. Parte de las pruebas de diseño incluye imprimir una parte del texto, donde puedas apreciar los tamaños de letra en papel, así será más fácil decidir el tamaño del texto. Luego de evaluar si la lectura es cómoda, o si debes aumentar o disminuir el tamaño de letra, puedes terminar de maquetar un libro ilustrado ¡es un error hacer este proceso en pantalla!
Planificación de las ilustraciones
Hay historias que requieren una ilustración por capitulo, otras un par y otras, como las historias infantiles, que necesitan un gran número de ilustraciones. Cada caso es diferente, incluso en ocasiones, cada capítulo es una historia independiente y necesita una ilustración identificativa. ¡Tú eliges como organizarla!
En algunos casos, cuando eres diseñador e ilustrador, puedes maquetar un libro ilustrado y trabajar a la par las imágenes a medida que va avanzando la historia, así notas los momentos perfectos para incluir una ilustración y lograr ese matrimonio texto-imagen.
Incluso permite un acercamiento al tamaño y formato de las ilustraciones, pues en ocasiones requerirá que abarquen media página, otras veces la página completa, incluso que se extienda a doble página, cada libro presenta sus necesidades particulares.
Diseño de las ilustraciones
Usualmente, cuando se tiene una historia es que editores, directores artísticos o en ocasiones, el mismo autor, eligen al ilustrador. Por lo general, esta elección se basa en el estilo o su forma de trabajar, pues definirá el “look” de la obra,
Siempre el primer paso para trabajar en el lenguaje gráfico, es que tengas en mente varios ilustradores y el presupuesto, así como algunas técnicas que te gustaría que lleve la obra… elige a quien cuente con un tiempo de trabajo acorde a tus necesidades y tenga ese “estilo” que buscas, será más fácil elegir quien se encargará de la parte visual de tu obra.
Ya teniendo una planificación de los diseños, puedes elegir algunos bocetos o diseños. Estos pueden realizarse en Adobe Illustrator o en cualquier otro software de edición de imágenes. La idea es que puedan “retocarse” de ser necesario a medida que se desarrolla la maqueta.
Adobe Illustrator es la mejor opción para trabajar las ilustraciones de tu libro, pues te permite lograr resultados profesionales
Un truco excelente para trabajar personajes en Adobe Illustrator es que optimices cada detalle o elemento, de modo que puedas trabajarlos por separado. De este modo será más sencillo crear diferentes situaciones para el personaje o personajes: fondos, accesorios, expresiones faciales, partes del cuerpo ¡será mucho más fácil manipular tus imágenes cuando trabajas por capas! Así mejoras el tiempo que dedicas a la edición, pues solo tendrás que jugar con las posiciones, poses, ambientes y expresiones.
Un punto clave, junto al estilo, es definir una paleta de colores, que tenga máximo 4 tonalidades, esta se aplicará al libro en su totalidad.
Lo mismo aplica con los personajes: define cuales serán los personajes que se ilustrarán, como lucirán en cuanto a colores, vestuario, apariencia, cuál será su contexto, así agilizarás el tiempo de creación o corrección sin tener que empezar de cero. Si los cambios no están presupuestados o los tiempos no dan, lo mejor es seguir estas recomendaciones de trabajar por capas.
Cuando tienes planificadas las escenas a realizar, el proceso de diseño es más sencillo. Ya sabes que personajes aparecerán en la historia, puedes adaptarlos en función de la historia. Es algo así como cuando los actores ser preparan para después salir a escena. Crea el vestuario y cada parte del cuerpo para que los puedas modificar rápidamente.
Puedes mantener diseños completamente digitales, digitalizar y sombrear imágenes, trabajar imágenes de grafito, cualquier sea la técnica, elige la que transmita más.
La maquetación del libro
El proceso de maquetar un libro ilustrado implica desarrollar a la par la diagramación y la ilustración. Recuerda que se complementan, pues de acuerdo a los espacios disponibles se acopla el otro elemento ya sea en dimensiones o ubicación. Todas las piezas graficas y párrafos deben encaja perfectamente, por eso la disposición debe planearse en conjunto.
Tapas y guardas
Luego viene el momento de trabajar las tripas (o el interior del libro), las tapas (lo que recubre las tripas o cubiertas) y las guardas (o el reverso de las cubiertas). Cuando hablamos de estos elementos, la medida es la misma, solamente hay que añadir la medida del lomo en el centro, esta dependerá de la cantidad de páginas y el gramaje del papel, por lo tanto, debes consultarlo con la imprenta.
Una vez que sabes la medida, se preparan las tapas en toda su extensión, es decir, abiertas, pues se formarán con una misma hoja de cartón o papel que luego se plegará, se pegará a las tripas cosidas y se dará forma a la estructura física.
La Contraportada
Cuando se trabaja la contraportada, se suele incluir la información legal: un código de barras junto al número de ISBN. Este número es en esencia la matrícula del libro y debe solicitarse el editor en la web de la Agencia del ISBN.
También se debe indicar el número del Depósito Legal, aunque en este caso el editor te debe orientar, pues se solicita ante la Comunidad Autónoma en la que vas a publicar tu libro. Este suele ubicarse en la parte interna de libro, muchas veces se incluye en las guardas.
Quizá quieras leer: ¿Cómo maquetar un libro en Word para imprimir?