El logo de los Juegos Olímpicos cambia con cada edición, pero hay algo común en todos ellos: los anillos. Hoy te contamos todo lo que hay detrás de estos anillos o aros olímpicos, desde su creación y su evolución a lo largo de los años.
Desde la antigua Grecia se comenzaron a usar los símbolos olímpicos, pero fue en 1912 cuando se implementó este emblema y los cinco anillos comenzaron su historia.
¿Quién creó el logo de los juegos olímpicos?
El autor de este icono fue el barón Pierre de Coubertin. Para entonces había varios fundadores del Compite Olímpico Internacional, y Coubertin era parte del mismo, la idea de los cinco anillos de color gozó de gran aceptación tanto de los organizadores, como de los participantes y espectadores.
En 1912 se llevo a cabo el evento y fue la primera vez que los Juegos Olímpicos reunió competidores de todos los continentes. Esto fue lo que motivó a De Coubertin a crear una imagen que representara la premisa de unión internacional y el movimiento deportivo olímpico, siendo en 1913 cuando se estableciera el modelo lineal del logo.
Un año después, en 1914, el logo de los Juegos Olímpicos fue incorporado a la bandera oficial.
Inicialmente los anillos se ubicaban uno al lado del otro de forma horizontal e incluían los colores de las banderas de los países participantes. De Coubertin quería fortalecer la ideología de integración internacional pero también el dinamismo, por eso se cree que eligió aros coloridos.
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Con el tiempo, el Comité Olímpico decidió dejar solo cinco colores que representaran a cada uno de los continentes participantes. Se cree que los colores representan a:
Rojo: América
Azul: Europa
Amarillo: Asia
Verde: Australia
Negro: África
Aunque nunca se ha confirmado esta interpretación de los colores, pues el logo de los Juegos Olímpicos y su comité organizador promueven el respeto, la diversidad, la aceptación de las diferentes culturas y la no discriminación.
Los cinco aros -siempre ubicados en el centro- se entrelazan en alusión a la unión, el trabajo en equipo, la participación. Esto lo convierte en un símbolo de carácter internacional. Mientras el fondo, usualmente se muestra en blanco, por lo tanto, la bandera no incluye bordes o ribetes como el común de banderas.
Estos anillos o aros olímpicos que conforman el logo de los juegos olímpicos, se visualizaron la primera vez que se izó la bandera 1914, cuando se llevó a cabo un Congreso en el Estadio Olímpico en París.
Desde 1920, el logo de los Juegos Olímpicos fue adoptado oficialmente, siendo incorporados a la bandera del evento. Se esperaba que esto ocurriera en 1916, pero los Juegos Olímpicos de ese año fueros suspendidos por la I Guerra Mundial, quedando pospuesta la fecha para septiembre de 1920, cuando la cita olímpica se realizó en Amberes (Bélgica)
En los años 80, cuando Juan Antonio Samaranch asumió la presidencia del Comité Organizador, se cambió el logo de los Juegos Olímpicos, dejando de lucir lineal y pasando a ubicar tres aros y dos aros abajo, formando un trapecio. Esta imagen renovada permitió no solo innovar a nivel artístico, también darle un carácter más comercial al evento.
El potencial comercial del logo de los Juegos Olímpicos
En los inicios, previo a 1924, se realizaban carteles alegóricos a modo de publicidad. Estos se caracterizaban por ser bastante coloridos y con estética modernista, de hecho, muy adaptado al estilo art decó que inerva en aquel entonces iniciando el siglo XX.
La primera vez que se incorporaron patrocinantes comerciales fue en Ámsterdam 1928, siendo Coca Cola y Adidas, que en aquel momento se llamaba Dassler Schunhfabrik, las primeras marcas en brindar sus productos a los atletas.
Fue en Los Ángeles 1932, cuando se incorporó por primera vez el logo de los Juegos Olímpicos a los carteles y se comenzó a comercializar el evento. Desde entonces se comenzaron a crear imagotipos o composiciones más elaborados que incluyeran los aros.
El diseño de los Juegos Olímpicos a modo de composición fue diseñado por Johannes Boehland para Berlín 1936.
Motivado a la II Guerra Mundial, pasaron 12 años sin realizarse los Juegos Olímpicos, retomados a partir de 1948, cuando tuvo como sede Londres, Inglaterra, y se incluyó como elemento característico el Big Ben. Desde entonces, el logo de los Juegos Olímpicos suele incorporar elementos propios de cada país.
Los años posteriores, el logo de los Juegos Olímpicos fue variando, aludiendo tanto a los países sedes, como de acuerdo a las tendencias artísticas y publicitarias de cada época.
¿Qué otros símbolos representan las olimpiadas?
Siguiendo la antigua tradición olímpica, se han mantenido varios símbolos que pueden verse en cada edición de los juegos olímpicos: la bandera, la antorcha, el himno, el juramento, la corona de olivo (hoy la medalla) y con la llegada de la modernidad, se incluyó una mascota, la cual varia en cada entrega del evento.
Si bien el logo de los juegos olímpicos ha trascendido en el tiempo y es un símbolo ineludible del evento, en cualquier lugar del mundo, debes conocer cada uno de los elementos alegóricos:
La bandera
Hay una relación entre los aros y la corona, pues se eligieron los aros haciendo alusión a la misma, teniendo en cuenta que los círculos simbolizan el ciclo de la vida, la ciudad, el cielo, la paz y el mar de Grecia.
Antes de incluir los aros, han existido tres banderas. La primera se izó en Amberes 1920, y la segunda, en Oslo 1952 durante los Olímpicos de Invierno y la tercera, en Seúl 1988, siendo la misma que se usa actualmente.
Además de incluir los cinco anillos olímpicos, también le acompaña un lema: “Citius, Altius, Fortius” (mas rápido, mas alto, más fuerte) indicando que el ganará el competidor más rápido, alto y fuerte en cada una de las disciplinas.
¿Quién creó el lema?
A finales del siglo XIX, De Coubertin pidió a un amigo suyo, el dominico francés Enri Didón, que redactara una frase que conectara con la tradición en homenaje a los dioses, sentido con el que se crearon los Juegos Olímpicos en Grecia.
Dado el aspecto ancestral y que las misas se impartían en ese entonces en latín, fue esa la lengua con la que se redactó el “Citius, Altius, Fortius” respetando el sentido místico original del evento y dando una interpretación religiosa que exaltara las virtudes de los deportistas y promoviera la excelencia:
Citius, traducido como más rápido o ver lejos, fomentaría la superación de las metas, la perseverancia, el entrenamiento, la dedicación, la disciplina y la sana competencia.
Fortius, se vería representado en la fortaleza para superar obstáculos, las dificultades por lograr la meta, las lesiones derivadas del deporte sin perder la fe y la esperanza en lograr el objetivo.
Altius, haría alusión al conseguir el oro olímpico, en alcanzar la gloria, enaltecer el espíritu y la fuerza, a la vez acercarse a Dios bajo la figura que represente para cada deportista, de acuerdo a la religión que profese.
La corona de olivo
En la Antigua Grecia era común premiar a los ganadores de las Olimpiadas con una corona de olivo, con este símbolo el atleta se proclama como héroe, se veneraba y celebraba. Luego se modernizó el reconocimiento y se comenzó a imponer la tradición de otorgar una medalla al ganador en cada disciplina.
La antorcha
El encendido de la llama olímpica es ya toda una tradición, que se ha modernizado, pero ha mantenido su esencia como un ritual que indica el inicio de la competencia, tradición que evoca los rayos de sol en la ciudad de Olimpia (Grecia) y la evocación del espíritu competitivo. Para ese entonces, la antorcha se encendía a miedo de hoguera en el altar del Templo de Hera.
El fuego es llevado por los relevos de los competidores, y se encendió por primera vez en Ámsterdam 1928, aunque en esa ocasión el encendido se dio en lo alto de una torre en el interior del Estadio Olímpico.
Con este símbolo, se avisa a las personas que deben estar preparadas para comenzar el evento deportivo, tradición organizada por el profesor Carl Diem (Alemania) y su amigo Jean Ketzeas (Grecia).
El Juramento
Se realizó por primera vez en la ceremonia inaugural de Amberes 1920. Comúnmente, un atleta jura comprometerse con cumplir las reglas de la competencia en representación de sus compañeros deportistas.
El Himno
Cuando los atletas ingresan a la ceremonia inaugural es común escuchar las notas de este himno y se interpreta. Esta obra musical fue escrita y compuesta por los griegos Costis Palamas y Spiros Samaras, respectivamente.
La Mascota
El perro salchicha, Waldi, fue la primera mascota creada para los Juegos Olímpicos, creada por Elena Winschermann para la edición Munich 1972. De acuerdo al libro «The Olympic Marathon» (2000), la ruta que harían los deportistas tenía una forma similar a esta raza de can.
Esta imagen surgió el 15 de diciembre de 1969, durante la fiesta de navidad del Comité Organizador de los juegos de Munich. Ese día, se entregaron hojas, lápices de colores y plastilina a los asistentes para que crearan una mascota. Fue entonces cuando nació Waldi.
Se cuenta que la figura elegida estaba inspirada en el un perro real llamado Cherie von Birkenhof, perteneciente al presidente de la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS), Félix Lévitan.
¿Qué hay del Comité Olímpico?
El 23 de junio de 1894, durante un Congreso Olímpico, se estableció la creación del Comité Olímpico Internacional para preservar la antigua tradición de la competencia deportiva.
Como ves, la historia de los Juegos Olímpicos viene desde la antigüedad. Tiene muchos aspectos en los cuales podemos explorar y repasar ¿Quieres que te contemos más?